El auto-control es un músculo más de tu cuerpo. Si lo usas, se vuelve más fuerte, pero sino, se volverá más débil.
Así de sencillo. Hay que trabajarlo tanto como puedas y siempre que puedas.
Auto-control también signica disciplina, ser capaz de hacer aquello que te propones, cumplir con lo que dices que vas a hacer, ya sea con otro o aún más importante, contigo mismo.
La persona más importante a la que no debes fallar nunca es a ti mismo.
Si poco a poco, vas cumpliendo con todo aquello que te dices a ti mismo que harás, por pequeño que sea, pronto tendrás un poder increíble.
Esta es una de las razones por las que me gusta proponerme retos o hacer experimentos de varias semanas. Además de para aprender sobre un tema nuevo, para demostrarme que soy capaz de cumplir con ellos y por lo tanto con mi palabra.
Saber que vas a cumplir con todo aquello que dices, también hace que debas plantearte más las cosas antes de hablar. Ser consciente de que un objetivo demasiado grande jugará en tu contra al no conseguirlo, en cambio al hacerlo pequeño y conseguirlo conseguiras que creza tu autoconfianza. Así que el objetivo es ir de menos a más.
¿Cómo trabajar tu auto-control? ¿Cómo trabajar tu disciplina?
Es más sencillo decirlo que hacerlo, pero… Empieza por algo pequeño.
Intenta observarte más a menudo en tu día a día, toma conciencia de todo aquello que dices que harás y házlo realmente. Puede ser alguna nimiedad como decidir acostarte a determinada hora, llegar a tiempo a las citas o cualquier otro propósito que te hayas hecho.
Empieza pequeño. Y si fallas, no te martirices. Vuelve a empezar. Cada nueva ocasión es una nueva oportunidad para hacer bien las cosas.
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